martes, 4 de mayo de 2010

LAS FORMAS DEL SISTEMA LOHAN QIGONG

El aprendizaje del sistema comienza con la práctica de ejercicios básicos que preparan al alumno para el posterior trabajo, más avanzado, de las distintas formas. Entre ellos hay ejercicios respiratorios (San Jiao), de coordinación de movimientos (ejercicio de las Tres Puertas) y de trabajo de la columna (ejercicios con palo, pasos), entre otros. La mayoría de ellos están extraídos y adaptados de las formas que se aprenderán con posterioridad. Una vez adecuado el cuerpo y ejercitadas la respiración y la coordinación, se entra en el estudio del sistema propiamente dicho.
El Sistema Lohan Qigong tiene Cinco Formas Básicas, que a su vez representan cinco niveles de trabajo: “Las manos de los 18 budas”, el “Pequeño Buda”, el “Gran Buda”, “Taiji” y “Wuji”.

Primera forma: Sub Bak Lohan Sao (Las manos de los 18 budas) (Jing)
Antes de entrar de lleno en el trabajo del Qi, practicamos esta forma para mejorar la vitalidad del cuerpo con ejercicios de estiramiento que fortalecen y nutren los músculos, tendones y articulaciones.
Las Manos de los 18 Lohan (Forma Yang) utilizan movimientos para generar Qi y mover la energía por tres líneas. Los movimientos que componen esta forma son muy lineales, y se caracterizan por enfatizar unas fases Yin y Yang muy marcadas en los movimientos. Tanto las flexiones y extensiones del cuerpo como la contracción y relajación de los músculos hacen que la energía circulo por los meridianos a la vez que se construye una estructura corporal fuerte.
En esta primera forma se hace más hincapié en el aspecto Jing, la parte más corporal. En sus movimientos se pueden diferenciar los Cinco Animales:
 El dragón, que cultiva el Shen;
 El tigre, que trabaja el desarrollo muscular;
 La grulla, que representa el aspecto jing;
 La serpiente, que incrementa y mejora el Qi; y
 El leopardo, relacionado con la fuerza y resistencia del cuerpo físico.
En esta forma, la respiración y la mente siguen a los movimientos, y la energía trabaja desde adentro hacia fuera. En su práctica se van alternando movimientos de estiramiento y apertura con otros de relajación muscular y articular. Los primeros facilitan la entrada de forma pasiva del aire en los pulmones (fase Yang), y los segundos dan lugar a la salida pasiva del aire (fase Yin).
La mente sigue en todo momento el proceso del ejercicio, prestando atención a las sensaciones de estiramiento y la percepción de la energía activada a través de los meridianos tendido-musculares.
Con la práctica de “las manos de los 18 budas” se consigue drenar los meridianos y hacer circular la energía desde el interior hacia la parte externa del cuerpo en la fase Yang de cada movimiento. Es normal durante la práctica comenzar a sudar, sin embargo, aun con la plena expresión del Yang, el cuerpo se mantiene todavía suave y ágil sin ninguna rigidez.
Las constantes contracciones y relajaciones musculares hacen que mejore la circulación de la sangre y por tanto de la energía.
Esta forma es un excelente ejercicio para fortalecer la columna vertebral. En los movimientos del dragón efectuamos una torsión de la columna como cuando se retuerce un trapo para escurrirlo; en los del tigre la arqueamos como quien tensa un arco; en los de la grulla la flexionamos y extendemos; con la serpiente llevamos la atención a movilizar la columna vértebra a vértebra, tanto al flexionarla como al extenderla; y por último con el leopardo se arquea y se hace torsión al mismo tiempo.

Segunda forma: Siu Lohan (Pequeño Buda) (Qi o Chi)
El Siu Lohan (Forma Yin) tiene movimientos más redondos y suaves. Respecto a los Tres Tesoros, utiliza más la respiración para generar la circulación del Qi. En esencia los movimientos tienen una trayectoria circular que abre y cierra la caja torácica, consiguiendo con ello un amasamiento de los órganos internos y un mejor flujo de la sangre y el Qi en el interior. Se dibuja un círculo Yin/Yang creando una espiral arriba y abajo en el San Jiao (los Tres Fogones), los Dantian y los meridianos extraordinarios.
En esta forma los movimientos y la mente siguen a la respiración, y la energía trabaja desde afuera hacia adentro. Incorpora posturas estacionarias en diferentes puntos de la forma.
Podemos hablar de tres maneras de trabajo en el Siu Lohan. Si se presta atención a la respiración, se actúa especialmente sobre los Dantian, el San Jiao y los canales interiores. Si se dirige la atención al propio ejercicio, trabajamos la columna con los estiramientos y la respiración tipo Yang. Y por último, si la práctica se centra en el Shen, ejercitamos la concentración y facilitamos la relajación mental.
Desde la quietud, nace el movimiento y del movimiento fluido, se cultiva la quietud.

Tercera forma: Dai Lohan (Gran Buda) (Shen)
El Dai Lohan trabaja en especial el Shen. En esta forma la mente dirige la respiración y el movimiento. La mente, acoplada con la respiración, se utiliza para enfocar el Qi en los Dantian y en determinados puntos del meridiano en el eje central del cuerpo. El Dai Lohan utiliza el Ren Mai (Vaso de Concepción) y el Du Mai (Vaso Gobernante).
Se practica el Dai Lohan en dos posturas. Una serie de ejercicios se realizan sentados con las piernas cruzadas y los brazos en diferentes posturas, y otra serie tumbado. Se utiliza la posición de las palmas de las manos para dirigir el Qi en distintas direcciones, cambiando la orientación según el movimiento que se esté realizando.
La forma se practica con diferentes tipos de respiraciones que son suaves y se emiten determinados sonidos, al igual que en el Siu Lohan, que ayudan a estimular zonas concretas y masajean los órganos internos al tiempo que se mantiene la atención en ellos.

Estos tres niveles básicos de trabajo preparan al alumno a nivel físico, respiratorio y mental para poder iniciarse en el aprendizaje de la parte interna marcial del Choy Li Fut, compuesta por diferentes formas, como el Tai Kit Kuen, Wu Chi Chuan o Ng Wan Luk Hey Pa Kwa Kung entre otras.

Cuarta forma: Taiji
Como implica el nombre, se practica el Taiji al explorar los movimientos Yin y Yang en el cuerpo con un flujo similar al de un diagrama Taiji. El cuerpo se contrae y se expande y los movimientos de los pies se retiran y avanzan según los requerimientos funcionales. Se practica no solamente visualizando el flujo del Qi en el cuerpo, sino también con intenciones marciales: un bloqueo es un bloqueo y un puñetazo es un puñetazo. Enfatiza lo suave venciendo lo duro y la creencia de que una estrategia defensiva es mejor que una ofensiva.

Quinta forma: Wuji
La forma final, Wuji, combina las destrezas de la últimas cuatro formas con la intención de pelear. Los movimientos son fluidos, el cuerpo suave y ágil. La quietud mental se combina con el movimiento del cuerpo; lo rápido fluye hacia lo lento. Es una reflexión de la danza cósmica de la creación donde el Yin y el Yang, los opuestos universales interactúan para formar las miríadas de fenómenos y entidades del universo. Es, en sí, una forma de combate muy eficaz, que combina la destreza del combate físico y duro con la concentración mental suave y la circulación del Qi. Los movimientos gráciles se mezclan con golpes explosivos, y se considera una de las formas más avanzadas de combate con puños en el Sistema Choy Lee Fut.

sábado, 1 de mayo de 2010

EL ORIGEN DE LOHAN QIGONG

Lohan es el término chino que designa a un buda, un practicante espiritual que ha alcanzado el nirvana. El sistema de Qigong del Choy Li Fut, según la tradición, fue creado por los monjes de Shaolin inspirándose en las posiciones y gestos de las estatuas de Buda del templo.

Para hablar del origen del Lohan Qigong hay que remontarse a la creación del Choy Li Fut. El Lohan Qigong es el sistema de trabajo interno de este estilo de Kungfu originario del Sur de China.

Dice la leyenda que un monje procedente de la India, conocido como Bodhidharma (Ta Mo), llegó al Templo Shaolin de las montañas de Song Shan, provincia de Henan, donde fundó el budismo Chan (Zen en Japón), y permaneció sentado en meditación silenciosa en una cueva durante nueve años, mirando únicamente una pared en busca de iluminación. En el transcurso de estos largos años de meditación, descubrió que la falta de movimiento debido a las posiciones estáticas que debía mantener, más el frío y el viento intensos de su retiro montañoso, produjeron cansancio, dolores y achaque en el cuerpo y su salud se resentía. Sus discípulos corrían la misma suerte y, frecuentemente, se dormían mientras meditaban. Para combatir estos riesgos, además de enseñar a los monjes a mantenerse en forma y fuertes para defenderse contra los bandidos de la zona, Ta Mo creó una serie de ejercicios basados en el Yoga tradicional, formas de la danza india, artes marciales existentes en la época y su propia observación de los movimientos naturales de los animales salvajes.

Esta primera secuencia de movimientos se llamó Yi Jin Jing, que puede traducirse como “Tratado de la transformación de los tendones”, aunque también trabaja sobre los músculos y los ligamentos. Los 18 movimientos que componían esta secuencia se conocen como Las Manos de los 18 Lohan. Durante la Dinastía Yuan (1264-1368), el total de ejercicios fueron ampliados a 72 movimientos por el monje Gok Yuen. Posteriormente, Lee Sau y Bak Yuk Fung expandieron la secuencia a 173 movimientos. Se piensa que esa sería la base del Shaolin Quan Fa, el completo sistema de Kungfu tradicionalmente considerado como el origen de gran parte de las artes marciales chinas.

Estos conocimientos se practicaron y mantuvieron dentro de los límites del Templo Shaolin hasta que éste fue saqueado y destruido por un incendio. Debido a su procedencia, el sistema Lohan de Qigong está impregnado de componentes budistas y taoístas y posiblemente de otras ramas filosóficas.

El monasterio Shaolin de Fukien fue destruido e incendiado por el ejército del emperador Jia Qing (s. XVIII) el día 25 de la séptima luna del onceavo año de su reinado. Según la tradición, en el ataque murieron todos los monjes salvo seis. Uno de estos supervivientes fue el Monje Choy Fook, que en la huída se hirió quemándose la cabeza y desde entonces fue conocido como “el monje de la cabeza herida”. Tras la quema del monasterio de Shaolin. Choy Fook huyó hacia el Sur a la provincia de Kwaungtung, y se estableció en un templo en el monte Low Fou. Chan Heung y su segundo maestro, Lee Yan Shan, decidieron visitarle en su retiro.

Choy Fook le dijo a Chan Heung que las artes de lucha de Shaolin tenían su origen en el fundador del monasterio, Da Mo (Bodhidharma), y que posteriormente habían sido perfeccionadas por el monje Gok Yuen y otros maestros que aportaron sus conocimientos.

Choy Fook aceptó como discípulo a Chan Heung. De Choy Fook, Chan Heung aprendió el sistema completo de Lohan Qigong y Kung Fu Shaolin, además de la Medicina Tradicional China. Después de pasar casi 10 años perfeccionado su habilidad. Chan Heung fue enviado a formar su propia escuela.

Chang Heung fue el fundador del Choy Li Fut, y por tanto del Lohan Qigong tal como hoy se conoce. Llamó a su estilo Choy Lee Fut en honor a sus maestros: Choy por Choy Fook, Lee, por su segundo maestro, Lee Yau San, y Fut, que significa Buda, en chino, porque Choy Fook y Lee Yau San, tanto como su primer maestro, su tío, Chan Yuen Wu, tenían raíces en el Templo Budista Shaolin.

Chan Heung (1806-1875), transmitió tanto el estilo de Kungfu como el Lohan Qigong a su hijo Chan Koon Pak (1847-1920), y éste al suyo, Chan Yiu Chi (1888-1965), que a su vez pasó ambos sistemas a su hijo, Chan Wan Hon, padre del actual guardián del Choy Li Fut, Chen Yong Fa (Chan Wing Fa en cantonés).

Lohan Qigong ha permanecido dentro del linaje de la familia de Chan Heung y se considera como un ejercicio interno que complementa las destrezas externas y más duras del combate. En la actualidad Chen Yong Fa reside en Australia y viaja difundiendo estos conocimientos por todo el mundo, incluida España.